jueves, 5 de junio de 2008

LA BRECHA DIGITAL, UN MOTIVO MÁS PARA QUE

Desde hace años, siglos o tal vez desde siempre, se ha hablado y se ha luchado por la igualdad de condiciones para los diferentes individuos que conforman una sociedad. Las diferencias entre “ricos” y “pobres”, es quizás la causa por la que mas se han librado batallas y que han hecho que se conformen grupos de diferentes estilos para erradicar la diferencia. Pero estas inequidades aún no se acaban, es más, se amplía, la brecha se agiganta. Esta brecha no sólo existe entre los ricos y pobres en términos de dinero, sino entre quienes tienen más oportunidades vs. los que no las tienen o tienen muy pocas y al focalizar esta diferencia en el uso de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, sigue siendo visible. La brecha digital es un motivo más para que se continúe manifestando la desigualdad de oportunidades en nuestra sociedad.

El acelerado desarrollo tecnológico que se vive actualmente, ha hecho que las costumbres y estilos de vida de los integrantes de las diferentes comunidades se transformen y, los instrumentos, se modifiquen. Hoy, se cuenta, aunque no para todos, con servicio de telefonía y computador personal, acceso a Internet y a todos aquellos recursos que la web ofrece. Todo lo anterior tiene repercusiones en la vida económica, social, histórica, personal y, por supuesto, educativa de los pueblos y de los individuos que los forman.

La Asociación Latinoamericana de Integración, ALADI, define la brecha digital “como la distancia “tecnológica” entre individuos, familias, empresas y áreas geográficas en sus oportunidades en el acceso a la información y a las tecnologías de la comunicación y en el uso de Internet para un amplio rango de actividades. Esa Brecha Digital se produce entre países y al interior de las naciones. Dentro de ellos, se encuentran brechas regionales, brechas entre segmentos socioeconómicos de la población y entre los sectores de actividad económica”[1].

Pues bien, no es necesario hacer referencia a las estadísticas que dan porcentajes de los internautas, de las proporciones de habitantes en países desarrollados y en vía de desarrollo que tienen acceso y puedan usar de forma satisfactoria Internet y la World Wide Web, sólo con preguntar a los estudiantes de la institución oficial a la que pertenezco y con quienes oriento el área de mi especialidad, indican cuán lejos estamos de disminuir la brecha.
Un ejemplo claro, una institución oficial de mas de mil estudiantes en cada jornada, cuenta con dos salas para informática con 20 computadores cada una, las que dan abasto sólo para una de las áreas fundamentales y obligatorias del plan de estudios y que se ocupan a lo largo de cada jornada escolar, además, la institución no cuenta con servicio de Internet, este es un motivo real, sin cifras y sin encuestas para mostrar el difícil acceso a la información que se tiene desde la práctica educativa. ¿Cuándo se darán las posibilidades para que a través de otras áreas se pueda incursionar en el uso del computador en las instituciones educativas oficiales?, ¿cuándo tendremos la posibilidad de acceder con nuestros estudiantes (insisto, de instituciones oficiales) a todas aquellas herramientas y ayudas que las TICs ofrecen?
“La totalidad de los países de la Asociación desarrollan estrategias para la inserción de estas tecnologías en la sociedad a través de medidas e iniciativas públicas, así como también de proyectos apoyados por organismos multilaterales o instituciones nacionales”[2], en nuestra institución esperaremos con ansias que estas estrategias sean efectivas, que los diferentes proyectos que menciona la ALADI se hagan efectivos en una comunidad académica que realmente lo necesita.
[1] http://www.aladi.org
[2] Ibid.

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